Los lunares o nevus nevocelulares o melanociticos son lesiones pigmentadas de la piel, benignas, que aparecen desde la infancia hasta la edad adulta, aunque pueden ser de naturaleza congenita.
Su número es variable, pero el promedio está en torno a 20 lunares por individuo, estando esto influenciado por la herencia y la exposición solar a lo largo de la vida. Su forma, tamaño y características son también variables, por lo requieren la valoración especializada por el dermatólogo, apoyada en la dermatoscopia, técnica que mejora la sensibilidad diagnóstica para todo tipo de lesiones cutáneas pero sobre todo para los nevus melanocíticos, ahorrando cirugías innecesarias.
La valoración de los nevus o lunares es fundamental de cara al diagnóstico precoz del melanoma ya que el melanoma inicial puede simular un nevus melanocítico.
Se recomienda el autoexamen de la población con la regla del “ABCDE”:
A-Asimetría de la lesión.
B-Bordes irregulares.
C-Colores múltiples.
D-Diámetro mayor de 6-7 mm.
E-Evolucion, que valora cambios recientes en la lesión.
Otras lesiones que deben diferenciarse de los lunares son:
Queratosis seborreicas, también de coloración parda o marrón, de superficie áspera, muy comunes en cara y tronco.
Léntigos solares, en zonas expuestas al sol.
Angiomas en cereza o puntos rubí.
Dermatofibromas.
Cáncer cutáneo no melanoma.
Melanoma.